En un circo se transformó un conflicto entre tres personas por el cuerpo del asesino gringo Charles Manson, quien falleció en el condado de Kern, Estados Unidos, el pasado 20 de noviembre.
El líder del culto que incitó el asesinato de la actriz Sharon Tate y una serie de crueles homicidios, murió a los 83 años de un paro cardíaco, tras pasar casi cinco décadas en prisión cumpliendo la condena de cadena perpetua.
La disputa legal mantiene al cuerpo del ex convicto congelado en una oficina forense hasta que la justicia dictamine quién posee los derechos sobre sus restos.
TRES LITIGANTES
Los litigantes son tres: un amigo por correspondencia, un nieto distanciado en Florida y otro hombre que dice ser el hijo perdido de Manson.
Michael Channels, el amigo a distancia, publicó un documento, que dice que Manson le da derecho a todas sus pertenencias personales después de su muerte.
Otro documento que pretende ser un testamento válido fue presentado por Matthew Roberts, quien alega que Manson es su padre.
El último en disputa es Jason Freeman, un hombre de Florida de 41 años que dice ser el nieto de Manson.
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