¡Se pasó! Así dijeron los barreros pop defensores de los animalichos, luego que el lujoso restauran neoyorquino "City Crab and Seafood", dejara hoy en libertad a una langosta de una centenaria langosta, que estuvo a punto de ser la cena de una pareja de ricachones sin conciencia animal.
El crustáceo, de unos nueve kilos, tendría no menos de 140 años de edad, según la organización "Personas por la Etica en el Trato de los Animales, PETA y el dueño del restaurante, quienes calcularon que George podría tener unos 140 años acorde con su peso, que es como se interpreta la edad de estos crustáceos. Algunos científicos calculan que las langostas pueden vivir más de 100 años.
Ingrid Newkirk, presidente de PETA, dijo que su en su organización estaban felices con la decisión, y chachareó, saltando en una patita, que "aplaudimos la compasiva decisión de City Crab and Seafood de permitir que este noble y centenario animal pase sus últimos días en libertad y paz".
¿Y CÓMO CACHARON...?
El grupo habló con el dueño del restaurante y le pidió que devolviera a George al mar después de que un comensal viera al crustáceo en el establecimiento, donde una langosta de Maine al vapor se vende por 60 dólares el kilo, cerca de 38 lucrecias chilensis.
George fue capturado en Terranova, Canadá, y vivió en el tanque del restaurante unos 10 días antes de ser liberado.
La fortunada langosta fue liberada hoy en las aguas de Kennebunkport, Maine, en una zona donde la pesca de langostas está prohibida.