A sus 73 años, Ray DeMonia fue ingresado en un hospital de Alabama como consecuencia de sus problemas cardíacos… y de la falta de camas.

Lo peor, sin embargo, ya había pasado. De hecho, ya era tarde. Él, un hombre dedicado a la venta de antigüedades en su negocio R DeMonia Antiques, se transformaría pronto en una de las miles de víctimas indirectas de la pandemia.

Luego de que su condición empeorara, personal de emergencias del Centro Médico Regional de Cullman, su ciudad natal, intentó en vano contactar con ¡43 hospitales! para buscar una cama en una UCI cardíaca.

Finalmente, y tras mucha insistencia, lograron encontrar sitio en el Rush Foundation Hospital en Meridian, Alabama, teniendo que trasladar a Ray en avión.

Muy tarde

"Él no hubiera querido que ninguna otra familia pasara por lo mismo que la suya", dijo al respecto su hija Raven DeMonia.

Mientras que la portavoz del centro de salud, Jennifer Malone, explicó el escenario: "El nivel de atención que requería no estaba disponible en Cullman Regional".

Y agregó: "Cuando los pacientes son transportados a otras instalaciones para recibir la atención que necesitan, eso es cada vez más difícil porque todos los hospitales están experimentando una mayor falta de espacio de camas".

Ray ya había pasado por una situación similar en abril de 2020, cuando sufrió un derrame cerebral y demoraron cerca de tres horas en atenderlo, a unos 80 kilómetros de su vivienda.

Finalmente, el hombre falleció en un centro de salud ubicado en Mississippi, a más de 300 kilómetros de su casa. En palabras de su hija, que no hubiera cerca camas disponibles de UCI para enfermos cardíacos fue trascendental.

"En honor a Ray, por favor vacúnese si no lo ha hecho, en un esfuerzo por liberar recursos para emergencias no relacionadas con el Covid-19", son las palabras que se pueden leer al final del obituario del hombre.