Un patatús que lo llevó directo donde el Tatita Dios fue el que sufrió un ciudadano argentino cuya cuchara no soportó la impresión al ver que la cuenta de la luz subía y subía como espumita.
El finadito, identificado como Carlos Bueno (62), vivía en la localidad de Presidente Roque Sáenz Peña en la provincia de Chaco, y fue su esposa Natalia Mudrik quien lo encontró casi sin vida al lado de las boletas de luz, snif.
"La impotencia y los nervios al ver sumas tan elevadas en las boletas de luz le hicieron subir la presión y también el azúcar, porque él era hipertenso y diabético", dijo la viuda.
HABLÓ DE LA CUENTA DE LUZ
Aseguró que el hombre alcanzó a balbucear "algo con respecto a las boletas de luz, habló de su hija y pidió que cuide la fábrica de hielo 'San Remo'", que sustentaba a la familia y que les daba de comer desde 1991.
Mudrik aseguró que "pasamos de pagar 3 mil a 19 mil, y él en la mano tenía dos facturas, una de más de 20 mil y otra superior a 28 mil pesos".
"Mi esposo tenía grandes proyectos para crear fuentes de trabajo en nuestra ciudad. Creo que el gobierno debería darle una mano a las Pymes y no tener que llegar a esta situaciones", soltó la acongojada mujer.
En la provincia de Chaco la prestación del servicio de energía está a cargo de una empresa provincial, conocida como Secheep, caracterizada por aplicar unas de las tarifas más altas de Argentina, chanfle.