Aunque los incendios son una temática que se repite en todo el cono sur por estos meses del año, el origen del fuego se plantea como la principal diferencia.
Es que mientras en Chile casi todos los siniestros son provocados por la mano del hombre, en Argentina también meten la puntita las tormentas eléctricas, a quienes acusan de generar el incendio que ya se ha piteado más de 840 hectáreas en las provincias de Río Negro, el este de La Pampa y la zona sur de Buenos Aires, el equivalente, más o menos, a 41 veces el territorio de Baires capital.
El gigantesco incendio, que comenzó a mediados de diciembre y todavía no puede ser controlado, ya se ha piteado a cientos de animales, miles de metros de terreno y casas, aunque gracias al Pulento todavía no cobra víctimas.
Solo en Río Negro una foto satelital sapeó el brutal cambio en 543.000 hectáreas de la provi.
Propagación del fuego
También dejó en evidencia una especie de "coctel explosivo" que armó el peor escenario posible para la propagación del fuego.
Algo así como el factor 30/30/30 que hubo en el incendio de Valpo (Temperatura, viento y humedad sobre 30).
En este caso se conjugaron tormentas eléctricas, un calor de los mil diablos, sequía y poquísimas medidas de prevención.