Shane Schindler -un gringo de 30 años- fue detenido por la policía de Las Vegas, bajo la sospecha de asesinar a dos vagabundos a martillazos en el centro de esa ciudad.
Todo comenzó a principios de este año, cuando el cuerpo de Daniel Aldape -un mendigo de 46 años- fue encontrado en el centro de la ciudad del pecado, luego de recibir innumerables impactos atribuibles a golpes de martillazos.
Un mes después, se encontró en la misma intersección el cuerpo de David Dunn. Otro vagabundo de la ciudad, quien había muerto tras recibir el mismo tipo de traumas con el que falleció Aldape.
Ante esto, los pacos gringos no dudaron más e identificaron inmediatamente un patrón de conducta, pero aún sin tener alguna pista sobre el asesino. Hasta que una brillante idea iluminó a la Poli de Las Vegas, quienes se ascurrieron y tendieron una trampa para pillar al martillero asesino.
Una pillada de película
Como -al parecer- al perla solamente le gustaba violentar a los vagabundos, los investigadores tuvieron la genial idea de instalar un maniquí acostado –aparentando ser una persona- en la misma interacción donde habían sido encontrado los cuerpos de los dos mendigos.
Luego de la ingeniosa idea, solo quedaba esperar. Y así cayó la noche, cuando vigilando a través de las cámaras de seguridad de la ciudad, divisaron a un sujeto que rondó varias veces al señuelo. El que, luego de un par de vistazos, sacó un martillo y comenzó a golpear al muñeco una y otra vez, hasta que la Poli llegó a detenerlo con las manos en la masa.
Según las declaraciones de Schindler, él sabía que el muñeco no era un vagabundo realmente. Palabras que los jueces no le compraron para na' y ahora enfrenta cargos de doble homicidio, luego de caer redondito en una trampa digna de "joligüd".