Así fue el supuesto pacto que hizo Bukele con los líderes de la “pandilla satánica”

Así fue el supuesto pacto que hizo Bukele con los líderes de la “pandilla satánica”

Estados Unidos acusó a dos altos funcionarios de Nayib Bukele de haber negociado con los peligrosos líderes de la pandilla Mara Salvatrucha (MS-13). Así habría sido el pacto que el mandatario salvadoreño negó.

Antes de liderar una guerra contra las pandillas, primero habría intentado negociar. Así lo dejó entrever una acusación en 2023 de Estados Unidos a dos altos funcionarios del gobierno de Nayib Bukele, presidente de El Salvador, quienes entre 2019 y 2021 habrían dejado en libertad a peligrosos líderes de la pandilla Mara Salvatrucha (MS-13), a cambio de que disminuyeran los homicidios.

Pero ahora, Estados Unidos se está ocupando de capturar a los delincuentes. Uno de los últimos detenidos por los agentes estadounidenses es César Humberto López Larios —alias Greñas de Stoners—, un líder histórico de MS13 que salió de la cárcel en 2020, un año después de que asumiera Bukele.

Dentro de la cárcel, ya habría gozado de ciertos ‘beneficios’, como poder salir temporalmente de prisión. Estos le habrían sido concedidos por la Dirección General de Centros Penales liderada por un funcionario cercano a Bukele.

Antes del Greñas de Stoners, Estados Unidos, en conjunto con México, logró arrestar a dos jefes pandilleros más: Élmer Canales Rivera —alias Crook— y Fredy Iván Jandres Parada —alias Lucky de Parkview—. Los detuvieron en México, pero en lugar de extraditarlos a El Salvador, los enviaron directo a Houston, donde los estadounidenses los esperaban para llevarlos ante la corte en Nueva York.

Y es que, según un periodista salvadoreño Héctor Silva Ávalos, en El Salvador ya habían gozado de beneficios y las autoridades no querían que la historia se volviera a repetir.

Así fue el supuesto pacto que hizo Bukele con los líderes de la “pandilla satánica”. Foto: Latin America News Age.

Cómo fue el supuesto pacto que hizo Bukele con los jefes pandilleros de Mara Salvatrucha

Según la nota de Héctor Silva, publicada en Infobae, para investigar y desmantelar a los líderes de la MS13 en El Salvador y Estados Unidos, se creó la Fuerza de Tarea Conjunta Vulcano, donde trabajan agentes del FBI y de la Agencia Antidrogas.

Fueron estas autoridades las que lograron detener a distintos líderes pandilleros que, según se especula, habrían sido puestos en libertad por el gobierno de Bukele.

En ese momento, el director de la fiscalía salvadoreña cooperó con los estadounidenses y pincharon los teléfonos de distintos funcionarios. Fue ahí cuando identificaron a los personajes más relevantes en la negociación con Mara Salvatrucha y Barrio 18: Osiris Luna Meza, director de prisiones, y Carlos Marroquín, secretario presidencial.

Ambos habrían negociado “en nombre del presidente” para darles flexibilidad en cárceles a los delincuentes, beneficios económicos, control de sus territorios y evitar su extradición a Estados Unidos, siempre y cuando “dejaran de matarse en las calles y que apoyaran al gobierno de Bukele”.

Así fue el supuesto pacto que hizo Bukele con los líderes de la “pandilla satánica”. Foto: REUTERS/Jose Cabezas

Infobae aseguró haber conversado con un exfuncionario y dos contratista del gobierno estadounidense que “conocieron de cerca las investigaciones de Vulcano” y afirmó que Bukele habría hecho una gestión política con el exagente de la CIA, Ronald Johnson —quien entonces era embajador de EE.UU.— para detener la investigación sobre Luna Meza y Marroquín.

Y logró su objetivo. La acusación se detuvo y el “pacto” que habría hecho con los líderes pandilleros siguió vigente.

Bukele ha catalogado como “pandilla satánica” a los Mara Salvatrucha y, en su momento, negó todas las acusaciones de haber pactado y negociado con las peligrosas bandas que operan en El Salvador para conseguir sus objetivos políticos.

En paralelo, de los 14 líderes de Mara Salvatrucha que fueron acusados en Nueva York por actos de terrorismo, tres están detenidos y los otros 11 están prófugos, al menos para el gobierno estadounidense, incluso cuando Bukele les habría asegurado que varios de ellos están bajo custodia en El Salvador.

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