Así se echaron los gringos a Bin Laden

Pese a que Estados Unidos no ha contado oficialmente los secretillos de cómo logró encontrar y echarse a Osama Bin Laden, los medios yanquis han publicado una serie de papitas.

En agosto del 2010, la CIA supo que el terrorista vivía a cuerpo de rey en un complejo de milicos retirados ubicado a 80 kilómetros de Islamabad.

Inmediatamente empezaron a sapear todos los movimientos del saudí y pusieron ojo especial en uno de sus mensajeros, que entraba y salían constantemente del recinto con paquetes para Osama.

El ataque se desarrolló durante el amanecer en Pakistán, donde supuestamente cuatro helicópteros de los Navy Seals bajaron igual que el Viejito Pascuero en el palacio del terrorista. Claro que en vez de traer regalos, los soldados regalaron una lluvia de balas.

Inmediatamente, tres guardias de Bin Laden cayeron muertos, incluso su hijo y una mujer. Apenas identificado, a Osama le tocó un disparo en la testa, porque el objetivo del operativo eran matarlo, no llevárselo de prisionero.

Después del ataque, los Seals tuvieron que hacer estallar uno de los cuatro aviones, porque no lograron hacerlo partir. No hubo bajas civiles ni soldados heridos.

Ya en el portaaviones, los huesos de Bin Laden fueron sometidos a análisis de ADN y después lo "enterraron en el mar".

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