La respuesta bélica que el régimen del dictador Muammar Al Khaddafi le dio a los disidentes libios contra su régimen habría costado más de 600 personas, y no 300, como informaron algunos medios internacionales.
Según la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), con sede en París, los muertos por ataques aéreos en la ciudad de Trípoli y otras zonas del Este llegarían a 640.
Souhayr Belhassen, presidenta de la federación, indicó que los datos fueron entregados por fuentes allegadas al Ejército. De los muertos, un total de 130 serían "militares ejecutados por sus oficiales por negarse a disparar contra la población", señaló la mujer a la agencia de noticias EFE.
Pese a la verificación de las cifras, algunas personas que alcanzaron a salir de Libia llegan a triplicar el número de muertos, tal como asegura el médico Gérard Buffet (60). El galeno sostuvo que en el hospital de Bengasi, donde prestaba servicios, las ambulancias "contaron el primer día 75 muertos, el segundo 200 y después más de 500".
"Venimos del infierno. Las fuerzas de represión incluyen a la policía y al Ejército, pero sobre todo a mercenarios chadianos y nigerinos (...) muy bien preparados y equipados", señaló el médico a medios internacionales.
Por otro litro, datos extraoficiales indican que los insurgentes ya habrían tomado control de al menos dos importantes zonas de la ciudad.
En tanto, el diario belga Le Soir publicó que el país ubicado en el norte de África recibió 400 fusiles de asalto F2000, 367 pistolas P90, más de 22 mil granadas de obús y 1.134 municiones para el Ejército, todo por unos seis millones de dólares, indicó AP.
En varias partes del mundo comenzaron las protestas en contra del régimen de Khaddafi.