Desde el gobierno ruso reaccionaron señalando que esto tendrá consecuencias.
La escalada de violencia entre Rusia y Ucrania continúa en aumento, y este martes llegó niveles críticos luego de que Ucrania atacara territorio ruso, utilizando misiles de largo alcance suministrados por Estados Unidos, lo que podría significar el ingreso definitivo del país norteamericano a este conflicto bélico.
Las fuerzas de Volodímir Zelenski hicieron uso de los misiles ATACAMS (sigla en inglés para Sistema de Misiles Tácticos del Ejército) que días atrás el gobierno de EE.UU. le permitió a Ucrania usar contra territorio ruso.
Antes de este permiso, el Kyiv solo podía utilizarlos contra posiciones rusas en territorio ucraniano, a modo de defensa, pero ahora fueron aplicados en una ofensiva, lo que tensiona más la guerra.
A través de un comunicado, el gobierno ruso acusó a Ucrania: “A las 03:25 (00:25 GMT) el enemigo atacó un punto en la región de Bryansk con seis misiles balísticos. Según datos confirmados, se utilizaron misiles tácticos ATACMS de fabricación estadounidense”, indicó el Ministerio de Defensa ruso.
Según la información entregada por el gobierno ruso, cinco misiles fueron derribados y otro fue dañado, y sus fragmentos provocaron un incendio en una instalación militar en la región. “No hubo víctimas ni daños”, puntualizaron.
Tras el ataque, en una rueda de prensa en el G20 de Río de Janeiro habló el canciller de Rusia, Serguéi Lavrov, quien declaró que “esto es, por supuesto, una señal de que (desde Occidente) quieren escalar (el conflicto)”.
Un momento de máxima tensión en la región, ya que en Moscú ya había advertido que un ataque de este tipo convertiría a EE.UU. en un participante directo del conflicto. “Lo tomaremos como una nueva fase de la guerra de Occidente contra Rusia y reaccionaremos en consecuencia”, señaló Lavrov.
El ataque a un depósito de municiones en la región rusa de Bryansk fue confirmado por el gobierno ucraniano, sin embargo no especificaron qué armas se usaron.
Este mismo martes por la mañana, antes del ataque, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, aprobó cambios a la doctrina nuclear del país, estableciendo nuevas condiciones bajo las cuales el país consideraría el uso de su arsenal.