Una dieta cargada a las legumbres, acompañada de brócoli y repollo, le pasó la cuenta a un fétido pasajero que viajaba en un avión. Y es que no pudo controlar su "tubo de escape" en pleno vuelo.
Se trata de Pedro Gascón, quien iba sentado en la parte trasera de la aeronave de la empresa Transavia, y cuyo itinerario era Dubai, Emiratos Árabes, hasta Ámsterdam, Holanda.
Fue justo en medio del viaje cuando en medio del viaje que las entrañas del sujeto comenzaron a hacer efecto.
El tipo al parecer no estaba ni ahí con parar el sonoro espectáculo de meteorismo, como se le conoce en la comunidad científica, por lo que las azafatas no sabían qué hacer, además de tirar desodorante ambiental.
Detenidos por ruidosos
Tres pasajeros, entre ellos una mujer, comenzaron a increpar al ruidoso sujeto, hasta que la conversación comenzó a subir de tono, llegando a las agresiones, por lo que el capitán del avión tomó la decisión de aterrizar de emergencia.
"Nuestra tripulación debe garantizar un vuelo seguro. Si los pasajeros plantean un riesgo, intervenimos de inmediato. Nuestros trabajadores están entrenados para ello. Conocen muy dónde están los límites. Por tanto, Transavia respalda por completo a la tripulación de cabina y a los pilotos", señaló la aerolínea a través de un comunicado.
El piloto pidió permiso en el aeropuerto de Viena, Austria, donde aterrizó y dio aviso a la policía local para que detuviera al lote de personas por comportamiento ruidoso, pedorro y agresivo.
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