Hechos y frases para la historia grande ha generado la visita del presi gringo, Barak Obama, a Cuba, país con el que Estados Unidos había congelado sus relaciones desde 1959, con la llegada de Fidel Castro al poder.
De hecho, la sola presencia del mandatario nortemericano en la isla es un tremendo acontecimiento, que él mismo transformó en una esperanza para el futuro de ambos países, cuando dijo clarito en un discurso.
"El embargo se va a terminar. No estoy seguro cuándo, pero terminará en algún momento después de mi administración".
Justo la gran medida que espera el actual gobernante, Raúl Castro, quien soltó que el embargo "es el obstáculo más importante para nuestro desarrollo económico y el bienestar del pueblo cubano".
La visita de Obama también está cargada de símbolos, como que haya posado con la efigie del Che Guevara de fondo en la Plaza de la Revolución.
Eso sí, Obama pidió por el respeto de los derechos humanos en la isla, a lo que Castro pidió no politizar el tema y respondió con un palito al gobierno gringo.
"No concebimos que un gobierno no defienda o garantice el derecho a la salud, la educación, la seguridad social, a alimentación y el desarrollo, el salario igual por trabajo igual y los derechos de los niños".
Obama deja Cuba este martes 22 de marzo, en una visita que se inició el domingo.