El candidato demócrata a la Presidencia de Estados Unidos, Barack Obama, admitió que de ganar los comicios de mañana podría incorporar a su gabinete a su rival republicano, el senador John McCain.
En una entrevista que difundió ayer la cadena CNN, el postulante afroamericano sostuvo que "consideraría cualquier posición para John McCain en la que yo pensase que es la mejor persona para nuestro país".
En la ocasión Obama destacó la capacidad de su contendor para lograr acuerdos bipartidistas. "Creo que tiene un pasado de querer trabajar en unidad en algunos asuntos que me importan, como la reforma migratoria, y en asegurarse de que nos ocupemos de asuntos críticos como el calentamiento global", puntualizó.
A SEIS PUNTOS
La entrevista con Barack Obama fue emitida cuando los sondeos de opinión dan al candidato de color una ventaja de seis puntos, a sólo dos días de los comicios.
Unas elecciones que no sólo han seducido a los estadounidenses, sino que serán seguidas por todo el mundo, dado que marcará o un cambio radical con respecto a la política internacional de la administración de George Bush, o una continuidad por la misma senda.
Según la encuesta de Reuters, publicada ayer, Obama tiene un 50 por ciento de respaldo, mientras que John McCain alcanza sólo el 44 por ciento.
Sin embargo, pese a que todos los sondeos de los últimos meses han mostrado siempre al afroamericano por sobre el senador de Arizona, para nadie es un misterio que por el sistema gringo de votación a través de delegados, nunca puede afirmarse a priori quién resultará vencedor.
EN TERRENO
Precisamente por ello ninguno de los postulantes a la Casa Blanca ha bajado los brazos, ya sea por creer que la derrota es insalvable o, por el contrario, por suponer que la elección ya está ganada.
Así, ambos dedicarán estas últimas 48 horas a fortalecer su campaña en terreno.
En particular, Obama se arremangó la camisa y se embarcó en una gira por los estados de Nevada, Carolina del Norte, Missouri, Virginia, Ohio y Florida, todos ellos verdaderos feudos de los republicanos y donde George Bush se impuso en los comicios de 2004.
McCain, en tanto, hizo un arito en su agenda para tomar parte en el famoso programa Saturday Night Live, donde demostró que puede ser bastante chacotero, pues incluso se burló de las adversidades que ha enfrentado en su campaña.
Junto al candidato estuvo la actriz Tina Fey, que se hizo famosísima por sus imitaciones de Sarah Palin.
GEORGE BUSH SE HIZO A UN LADO
Si algo tenían claro los líderes del Partido Republicano es que lo peor que podía pasarle a su candidato, John McCain, es que el Presidente George Bush se inmiscuyera en su campaña.
Y el mismo Mandatario al parecer también sabía que debía mantenerse al margen, pues las encuestas de opinión reflejan hace rato la caída de su popularidad, pues apenas un 30 por ciento de los yanquis están contentos con la gestión de Bush.
Por ello mismo, y para evitar que Obama insista en identificar a McCain con su figura nada de querida, el Presidente gringo sencillamente desapareció del escenario electoral y, lejos de llamar explícitamente a la ciudadanía a votar por el candidato republicano, se ha contentado con convocar a los estadounidenses para que vayan a las urnas "a elegir al candidato de su preferencia".
Bush (en la foto) mantendrá su cargo hasta el próximo 20 de enero, cuando le entregue el poder a su sucesor, que en este momento parece que será, sí o sí, el senador Barack Obama.