Para intentar probar que no es racista, Bolsonaro relató un episodio de 1978, cuando, siendo soldado, salvó a un colega negro que cayó en un lago durante un entrenamiento.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, afirmó el martes en una entrevista televisiva que el racismo "es una cosa rara" en su país, pese a los evidentes ejemplos de discriminación que sufren cotidianamente las personas negras.
El jefe de Estado intentaba defenderse de sus detractores, que lo acusan de exabruptos racistas, machistas y homofóbicos.
"Esa cosa del racismo, en Brasil, es algo raro. Están todo el tiempo intentando colocar al negro contra el blanco, homosexual contra heterosexual", afirmó en una entrevista difundida el martes por la noche en el canal Rede TV.
"Parece que soy así: homofóbico, racista, fascista, xenofóbico... pero gané la elección. Con un currículum así, no debería haber sido elegido ni para concejal. La población comprendió que estaban disparando contra una persona inocente", dijo el mandatario ultraderechista, que fue diputado durante casi 30 años, después de haber sido capitán del Ejército.
Para intentar probar que no es racista, Bolsonaro relató un episodio de 1978, cuando, siendo soldado, salvó a un colega negro que cayó en un lago durante un entrenamiento.
"Fui y lo salvé. Por coincidencia, era negro". Si yo fuese una persona racista, cuando él cayó al agua, ¿qué habría hecho yo? Cruzarme de brazos", afirmó el presidente, quien afirma haber recibido una medalla del Ejército por haber arriesgado su propia vida para salvar la de otra persona.
Sin embargo, sus afirmaciones merecieron las críticas de varios usuarios en redes sociales, quienes lo acusan de tapar el sol con un dedo.
Racismo: una realidad en Brasil
La desigualdad social en Brasil es aún más acentuada entre la población negra, según estadísticas oficiales, a pesar de que existen algunas políticas como la ley de cuotas, que permitió a numerosos negros acceder a la universidad, un espacio tradicionalmente reservado a las élites.
De media, los blancos tienen salarios mayores y sufren menos con el desempleo, de acuerdo con el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
A pesar de que el 54% de los brasileños se autodefinen como negros o mestizos, las personas con ese color de piel ocupan apenas el 5% de los cargos ejecutivos en las empresas y menos del 25% de los escaños en la Cámara de Diputados.