Un total de 21 muertos y más de 80 heridos de diversa consideración dejó el atentado a una iglesia ortodoxa egipcia, ocurrido la madrugada del Año Nuevo en Alejandría.
Según la investigación de la policía egipcia, el bombazo habría provenido de un suicida que ingresó a la iglesia. Aunque aún ningún grupo terrorista ese ha adjudicado la tragedia, todo indicaría que se trata de una rama de Al Qaeda, quien hace dos meses amenazó con graves atentados a los no musulmanes.
Tras el bombazo, ocurrido en el Templo de los Santos de Alejandría, varios cristianos salieron a las calles a protestar por el ataque.
Varias horas después de la tragedia, el presidente Hosni Mubarak condenó las acciones discriminatorias.
"Este acto de terrorismo sacudió la conciencia del país, conmocionó nuestros sentimientos e hirió los corazones de los musulmanes y coptos egipcios", afirmó.
"La sangre de sus mártires en Alejandría se mezcló para decirnos que todo Egipto es el objetivo y que el terrorismo ciego no distingue entre un copto y un musulmán", remachó Mubarak.
El bombazo causó el rechazo de figuras de todo el mundo, como el Papa Benedicto XVI y el presidente de Estados Unidos, Barack Obama. Autoridades musulmanas también pitearon por la falta de tolerancia religiosa.
