La autoridad de Salud de Brasil, Anvisa, anunció que la muerte se produjo en el marco de en una prueba clínica de la vacuna desarrollada por AstraZeneca y la Universidad de Oxford. No obstante, se señaló que las pruebas en Brasil seguirán.
El coronavirus ha golpeado fuerte al mundo. En la región, el país más afectado es Brasil, que con 212 millones de habitantes, ha registrado hasta ahora 5,3 millones de contagios. Las muertes rondan las 155.000. Por eso existe una alta expectativa por una vacuna.
En ese contexto la noticia que hoy anunció la autoridad de Salud de Brasil, Anvisa, causó impacto. Se trata de la muerte de un voluntario en una prueba clínica de la vacuna desarrollada por AstraZeneca y la Universidad de Oxford.
La autoridad, además, añadió que había recibido los datos de una investigación del tema.
Por separado, la Universidad Federal de Sao Paulo -que ayuda a coordinar los ensayos de fase 3 en Brasil- afirmó que el voluntario era brasileño.
Anvisa dijo que las pruebas en Brasil seguirán pese a la muerte del voluntario.
Brasil apuesta por vacuna china
La información surge un día después de que el gigante sudamericano hiciera un importante anuncio. El ministro de Salud, Eduardo Pazuello, afirmó que el país añadirá la vacuna china contra el coronavirus CoronaVac a su programa nacional de inmunización. Esto, pese a la disputa política y económica sobre su uso en Brasil.
Pazuello anunció que el gobierno federal había llegado a un acuerdo con el estado de Sao Paulo, que está ayudando a testar y producir la vacuna, para comprar 46 millones de dosis. El objetivo es que sean administradas desde enero.
"Está vacuna será la vacuna de Brasil", dijo. Además de la que desarrolla la Universidad de Oxford y AstraZeneca. Así lo anunció Pazuello durante una videoconferencia con los 27 gobernadores del país.
La vacuna de CoronaVac -de la farmacéutica china Sinovac Biotech, estuvo en el centro de una batalla política en Brasil. El presidente Jair Bolsonaro, cuyo gabinete ha vivido tensiones con China, se refirió a ella como la vacuna "de ese otro país". Además, se resistió a usarla y presionó por hacerse con dosis de la de Oxford.
En el bando opuesto está el gobernador de Sao Paulo, Joao Doria, uno de los mayores rivales políticos de Bolsonaro. Este empujó para que Sinovac y el Instituto Butantan de Brasil firmaran un acuerdo para probar y producir la vacuna en este estado.
Bolsonaro y Doria también chocaron sobre si la vacunación debe ser obligatoria, como le gustaría al gobernador de Sao Paulo. "La vacuna no será obligatoria, punto", lanzó Bolsonaro este lunes.
Brasil ya tiene firmado un contrato previo para adquirir 100 millones de dosis de la vacuna de Oxford. Sin embargo, se espera que CoronaVac esté disponible primero.