El Presidente gringo, George Bush, aseguró ayer que la cumbre del G-20, que reunió a las economías más fuertes del planeta, así como algunas emergentes, consiguió avances para enfrentar la crisis financiera, pero también aclaró que hallar una solución requerirá de tiempo todavía.
Según el mandatario, la cumbre fue todo un éxito, pues los jefes de Estado presentes se comprometieron a modernizar la regulación del sistema.
"Vamos a revisar de nuevo las normas sobre la regulación del mercado y el fraude", precisó Bush.
UNIDOS
Durante la cumbre, los países participantes, entre los que se contaban Argentina y Brasil, se comprometieron a laborar unidos para restaurar el crecimiento económico.
"Nuestro trabajo estará guiado por una creencia compartida de que los principios del mercado, el libre comercio y los regímenes de inversión, y unos mercados financieros regulados en forma efectiva, albergan dinamismo e innovación, esenciales para el crecimiento, el empleo y la reducción de la pobreza", señala el texto final de la cumbre reunida en Washington.
Lula. En tanto, el Presidente de Brasil, Lula da Silva, aprovechó la vitrina de esta cotota cita para asegurar que el denominado G-8, que reúne a las siete economías más poderosas, además de Rusia, "no tiene más razón de ser".
"Hoy es necesario tomar en cuenta a las economías emergentes", aseveró el mandatario.