El lolito de 13 años Jordan Brown sería juzgado como adulto y condenado a cadena perpetua, tras asesinar cuando tenía 11 años a su madrastra embarazada de 8 meses, en Pensilvania. El menor tomó una escopeta calibre 20 y disparó en la nuca a Kensie Marie Houk, novia de su padre, después tomó el bus al colegio y dejó a su hermana de 4 años con el cadáver.