La policía italiana está intentando dar con el paradero de los delincuentes que robaron desde una iglesia un relicario que contiene sangre del fallecido Papa Juan Pablo II.
Así lo confirmaron medios periodísticos tanos, que dieron a conocer el robo del relicario y de un crucifijo desde la pequeña iglesia de la pequeña iglesia de San Pietro della Ienca, cerca de la ciudad de L'Aquila.
La sangre del difunto pontífice fue llevada allí en 2011 por el ex secretario privado de Juan Pablo II, el cardenal Stanislaw Dziwisz, como una muestra del amor que el Papa Juan Pablo II sentía por esas montañas.
Según recordó en dicha ocasión el cardenal polaco, en ocasiones se escapaba en secreto del Vaticano para caminar o esquiar allí y rezaba en la iglesia de San Pietro.
La policía estima que más que un robo, podría tratarse de una especie de "secuestro", ya que esperan que los cacos pidan un rescate para devolver la sangre del Juan Pablo II, quien será convertido en santo en mayo, lo que significa que sus reliquias serán más valiosas.
