El secre general de la ONU, Ban Ki-moon, abrió ayer los debates de la Asamblea General con un llamado muy, pero muy depre, a los líderes de todo el planeta a que devuelvan la esperanza a un mundo golpeado por la guerra y la violencia.
"Podría parecer que el mundo se está viniendo abajo", dijo Ban a los jefes de Estado y de Gobierno, en un sombrío discurso en el que repasó las grandes crisis que se repiten alrededor del mundo.
El secretario general destacó que desde la II Guerra Mundial no había en el mundo un número similar de refugiados, demandantes de asilo y necesidades humanitarias a causa de los conflictos en países como Siria, Irak, Ucrania, los ataques a la Franja de Gaza y debacles en varias naciones africanas.
"Ha sido un año terrible para los principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas", señaló Ban hecho un auténtico tango.