El Príncipe Carlos se cansó de pronosticar puras lluvias para Escocia (ver nota relacionada) y ahora quiso hacerse el lindo con la juventud canadiense. El heredero de la corona británica se las dio de DJ e hizo unos "scratchs" junto a una artista en una visita a un centro cristiano de ayuda en Toronto.
El marido de Camila Parker Bowles se encuentra en una gira protocolar por varios países, principalmente visitando centros comunitarios. En Toronto, Canada decidió visitar un centro que ayuda a los más pobletes del hemisferio norte. Justo se topó con una chiquilla DJ, quien le enseñó a hacer un efecto básico en el mundo de los pinchadiscos.
"Sólo tiene que sentirlo y ver qué sonido quiere provocar", le dijo la muchacha en la mesa de mezcla. Carlos atinó a mover una palanca, arrastrar el disco y ¡paf! salió cualquier cuestión que, de todas formas, fue aplaudida por la educada barra presente.
El príncipe es parte de un viaje de 4 días a Canadá, quien honró a la reina Elizabeth por su jubileo de diamantes, al estar por 60 años a la cabeza de la realeza británica.