Cerca de 20 familiares se juntaron a celebrar ya que según ellos "había pasado lo peor de la pandemia".
Definitivamente algunos no aprenden ni toman la peligrosidad que tiene el covid-19. Así quedó demostrado en Estado Unidos ya que un carrete masivo terminó de la peor forma imaginable.
Todo comenzó cuando Tony Green decidió organizar una fiesta a gran escala. Para ello reunió a cerca de 20 familiares para festejar con sus papis -ya que según su parecer- había pasado lo peor de la pandemia en su país.
Pero esto solo trajo graves consecuencias. Ninguno de los invitados llegó con mascarilla y no respetaron el distanciamiento social recomendado por la OMS. ¿El resultado? 14 de los invitados fueron contagiados por el maldito bicho. Uno falleció un par de días más tarde. ¿La guinda de la torta? Es que ahora uno más se encuentra hospitalizado. Incluso de milagro se salvó un menor de edad que también fue llevado a la fiesta.
Carrete del terror
Al ver las graves consecuencias, Green hizo un mea culpa a través de sus redes sociales. "Creía que el virus era un engaño. Creía que los principales medios de comunicación y los demócratas lo usaban para crear pánico, colapsar la economía y destruir las posibilidades de Trump de ser reelegido", reconoció en su columna de opinión.
"No te puedes imaginar la culpa que siento, sabiendo que fui el anfitrión de la reunión que provocó tanto sufrimiento. No puedes imaginar mi culpa por haber sido un negador, arrastrando descuidadamente esta pandemia, burlándome de aquellos que usan máscaras y distanciamiento social (...) esto no va a desaparecer sin sacrificio. De cualquier manera, vamos a pagar un precio. Los gobiernos deben tomar decisiones difíciles y no pueden apaciguar y satisfacer a todos", asumió.