Tal como se esperaba, Mohamed Merah, el mayoneso francés de origen argelino, que asesinó a 7 personas, entre ellos tres niños judíos, se fue directo donde el coludo. El orate fue acribillado de un tunazo en la cabeza por fuerzas especiales francesas, tras permanecer más de 32 horas atrincherado en su depa.
El chacal de Toulouse, de 23 años, ofreció tenaz resistencia a la policía de elite y murió al tratar de abrirse paso con una pistola Colt 45 hasta una ventana de la vivienda situada en un primer piso, por la cual llegó a saltar, indicó el fiscal de París, François Molins.
Una fuente policial, precisó que el "yihadista" llevaba puesto un chaleco antibalas y que los efectivos policiales entraron a la vivienda avanzando "paso a paso", en prevención de eventuales explosivos.
Una vez que se toparon con el joven, que salió abriendo fuego desde el cuarto de baño, se produjo una violenta balacera que terminó con la vida del gil.
Cabe señalar que el grupo "El Ejército del Califato", vinculado a la red terrorista Al Qaeda, se atribuyó la matanza cometida el pasado lunes por Merah.
En un comunicado difundido en la web, se mostraron felices de la operación lanzada por "uno de los caballeros del Islam", que ha llenado "de miedo los corazones de los enemigos de Dios". Esa ondita.