Los menores de 18 años en Filadelfia (Pensilvania) tuvieron que cancelar hoy cualquier plan que exigiera salir a la calle más allá de las 9 de la noche, cuando entró en vigor el toque de queda decretado por el alcalde de la ciudad.
Una serie de ataques a residentes por parte de grupos de jóvenes y bandas callejeras llevaron al alcalde Michael Nutter a poner en marcha la polémica medida, que tendrá vigencia todos los viernes y sábados hasta nuevo aviso, informó la CNN en su página web.
A partir de las 9 de la noche, los adolescentes no podrán estar en las calles del centro de la ciudad o en el barrio de West Philadelphia, donde se encuentra la Universidad de Pensilvania.
En el resto de la ciudad, el toque de queda entrará en vigor a las 10 de la noche para los menores de 13 y a medianoche para los menores de 18.
"Los menores que sean descubiertos violando el toque de queda serán enviados a casa o transportados a una estación de policía donde se contactará a sus padres. Podrá imponerse a los menores una multa de entre 100 a 300 dólares por la primera ofensa", advirtió el ayuntamiento en un comunicado de prensa.