El presi francés, Nicolás Sarkozy, decidió dar marcha atrás ante las presiones de la Corona británica e invitar a la reina Isabel II a la conmemoración del 65° aniversario del desembarco de los aliados en Normandía, que desencadenó el final de la II Guerra Mundial.
Tras duras críticas de la monarca por haber sido excluida de los actos conmemorativos del próximo 6 de junio en el norte de Francia, Sarkozy indicó que la reina "será bienvenida".
El comunicado francés dijo que la Reina "naturalmente es bienvenida" como Jefa del Estado británico, pero "no fue una invitación formal", y generó un serio problema protocolar para las autoridades del Palacio de Buckingham "que no pueden actuar sin invitación".