Un testimonio de primera mano entregó T13 esta mañana del sábado 14 de noviembre al entrevistar vía telefónica al chileno José Chaparro, residente en Francia desde hace más de 25 años y quien trabaja como dibujante proyectista mecánico en el país galo.
Este compatriota reside en las afueras de París, muy cerca del Stade de France donde se produjo uno de los varios atentados que ayer afectaron a la "Ciudad Luz", y se emocionó al conversar con el periodista Carlos Zárate y entregar su verdad de lo que está pasando en Francia.
"La verdad es que estamos cagados de miedo acá, más allá de que yo y mi famila estamos bien. Este es un momento muy duro para Francia, hay mucho riesgo y la gente está asustada. Es tremendo lo que ha pasado, algo inentendible y que me llena de pena", soltó emocionado José Chaparro.
Este chileno que trabajó acá en Famae agregó que "anoche estaba viendo el partido amistoso enter Francia y Alemania por la televisión y cuando escuché el estruendo en medio de una jugada pensé que no era algo normal. Terminó el encuentro y la transmisión se fue de inmediato a lo que pasaba. Me quedé viendo las noticias hasta las cuatro de la mañana".
José Chaparro añdió que "una comentarista explicó que no deben extrañar estos atentados en Francia, porque este paús también ha atacado a otras nacionaes. Francia debía saber que corría riesgo y estos atentados son respuestas".
Esta mañana parisina, José Chaparro y su esposa María José tenían que llevar a sus hijos al dentista, y lo hicieron pese al temor que sienten.
"Hay que tratar de seguir haciendo nuestra vida, porque si nos quedamos encerrados esta gente logrará su objetivo y pondrá de rodillas a Francia. Hasta hicimos el mismo camino al dentista en auto, pero la semana que viene pienso ir a buscar a los niños al colegio porque no quiero que usen el transporte público".
Para terminar, y ya con la voz quebrada por la emoción y el llanto, José Chaparro le dijo a Carlos Zárate que "llevo más de 25 años en Francia, mi segunda patria, y si pudiera me iría altiro a Chile, pero es difícil, salvo que me gane el Loto. En Chile tengo un hijo, a mi padre y a mi hermano. Estuve con elos para las fiestas de fin de año pasadas y ahora les digo que estamos bien, aunque insisto que nos encontramos cagados de miedo".