Cuatro horas de cirugía necesitó el chinito Zhang Bin, de 15 años, para que una espada fuera extraída de su frente, en el hospital de Changsha, en la provincia de Hunan. Según el diario inglés The Sun, el cabro jugaba con dos amigos, que llevaron una espada.
En eso estaban cuando de pronto sintió el fierrazo. El arma se enterró 5 centímetros en su cráneo y el pobre ahora tendrá una cicatriz igual a la del mago Harry Potter.
"Sentía fuertes dolores y una gran cantidad de sangre que corrían por mi cara", aseguró el accidentado chiquillo. Por suerte, el peligroso juguetito no tocó las arterias del cráneo y los nervios principales, por lo que se espera que su recuperación sea rápida.
