Un cuático reportaje realizado por el portal Infobae reveló las conductas más frecuentes en las que caen los infieles, de acuerdo a la info entregada por una agencia de investigadores privados.
Según los sapos profesionales, se produciría un cambio de hábitos en quienes le zapatean en la nuca a sus parejas, que revelarían fácilmente el engaño que están perpetrando.
"Los cambios repentinos de hábitos representan la alarma más clara que puede hacer sonar un infiel", aseguró el investigador, identificado como Silvio, al portal che.
Las conductas que delatan a los infieles
De acuerdo al detective, estos son los cinco puntos que dejan en evidencia a los patas negras:
Celular: si no se despega del aparato ni para la ducha y se pone tiritón cuando la pareja lo agarra, es porque algo esconde, asegura el detective. Eso sí, debe analizar si su media naranja siempre fue así de obsesiva con el celulítico o esa conducta la empezó a mostrar en el último tiempo.
Ropa interior: otro punto a considerar, revela el experto, es si le pone especial cuidado a la ropa interior que usa. "Si uno ve que su pareja se pone lencería fina súper sexy todos los jueves, puede ser una clara señal de alarma. Cuando aparecen las dudas, hay que estar atento a todos los detalles".
Horarios: cuando empiezan a salirle un lote de reuniones fuera del horario de trabajo o le salen imprevistos a última hora, también puede significar que está teniendo una aventura extramarital, señaló el detective.
Plata: "el verdadero infiel nunca tiene tiempo ni tiene un peso", aseguró Silvio. Si antes no tenían mayores aprietos de lucas, pero en el último tiempo anda sin niuno, la cosa se pone brígida. La falta de monedas es lo primero que delata a los infieles frente a sus parejas.
Actividades extra: si en las últimas semanas, la pareja empieza a mostrar un inusitado interés en un lote de actividades que antes no pescaba, como clases de yoga, pintura de mandalas o zumba, hay que parar las antenas. La mejor forma de sacarse el empacho, es preguntarle a la pareja si puede asistir. Si la respuesta es un no rotundo, entonces algo raro hay.