Se calienta el tuiteo y el ambiente periodístico internacional por la PLR que la cadena CNN aplicó a su editora de Medio Oriente, Octavia Nasr, luego de que la apóstol publicara un mensaje de respeto por el fallecimiento de un clérigo libanés chiíta, calificado de "terrorista" por Estados Unidos.
Según The New York Times (NYT), Octavia tuiteó: "Es triste conocer la muerte de Sayyed Mohammed Hussein Fadlallah (...) uno de los gigantes de Hezbollah al que respeto mucho".
Altiro reaccionaron los retuiteos de proisraelíes y ultra derechistas yanquis y se armó la tole-tole en el ciberespacio.
Con cerca de 20 años de pega en la megacadena informativa gringa, Nasr, estadounidense de origen árabe, hirió los sentimientos de sectores con influencia que, se supone, calentaron las orejitas de la cúpula de la empresa.
El NYT citó a Parisa Khosravi, vicepresidente senior de CNN International Newsgathering, que dijo en un memorándum interno que "había tenido una conversación" con Nasr y que se había "decidido que deje la compañía".
Para entender la reacción de la CNN hay que pasar revista, eso sí, al currículo de Fadlallah. Fue uno de los primeros en defender la Revolución Islámica en Irán (con salida del Sha y acoso a la embajada de Estados Unidos) y fue el líder espiritual y mentor de Hezbollah cuando este grupo se formó después de que Israel invadiera Líbano en 1982.
Por eso la cadena CNN activó la PLR, al señalar a través de un portavoz, que lo de Octavia fue un "error de criterio".
La BBC, a su vez, soltó que Olivia blogeó un mea culpa y una especie de lección para profesionales de los medios de comunicación: "La reacción a mi tweet fue inmediata, abrumadora y es una buena lección de que 140 caracteres no deben usarse para comentar temas controvertidos o delicados, especialmente los que tienen que ver con Oriente Medio".
Mientras, los tuiteos no cesan: Unos echan pericos contra CNN y su línea neoconservadora y otros alaban la salida de Octavia.