Cansado de que los tiburones invadieran su hábitat, un cocodrilo de 5 metros de largo desafió a un escualo de 3 metros a ver quién era el más gallo, en el Parque Nacional Kakadu, en Australia.
Y ante la mirada de los turistas, el reptil agarró al tiburón por la mitad y lo partió de un solo tarascón. Sin mediar frases como "perdiste, gil", "muerde el polvo" o "luchito mario", el drilo abrió la sanguchera y se zampó al tiburcio desubicado. Luego le salió un "herpp" y dijo "perdó" antes de perderse en las aguas.