Cientos de condones terminaron por delatar a una pareja que usaba un salón de masajes para tapar un lucrativo prostíbulo en Texas, Gringolandia.
Se trata de Joseph Emery y su esposa Yuan Wang, quienes regentaban un lupanar bajo el "Jade Massage Therapy", hasta que un día los vecinos llamaron al servicio sanitario ya que el alcantarillado del edificio colapsó a fines de febrero.
Los gásfiter abrieron las tuberías y cacharon cientos de condones usados, los que sacaron carcajadas en un principio, tanto que incluso la televisión local llegó a cubrir el asunto.
USUARIOS DE LOS CONDONES HUYERON
Sin embargo, el hecho despertó las sospechas de los policías, quienes se pusieron a investigar el origen de tanto forro de látex.
Tras varias semanas de sapeo, los investigadores dieron con el negocio de la pareja, justo cuando la mujer atendía a dos machos.
Los clientes salieron arrancando, mientras que la pareja quedó detenida acusada de lavar dinero. Se les pillaron más de 65 mil dólares (42 millones de pesos).