Estados Unidos intentó derrocar al Presidente Salvador Allende desde la primera semana en que fue electo, en septiembre de 1970, según documentos difundidos ayer por el Archivo Nacional de Seguridad, en Gringolandia.
De acuerdo a los antecedentes desclasificados, Henry Kissinger, entonces asesor de seguridad durante el gobierno de Richard Nixon, señaló que "no podemos permitir que Chile se vaya a las alcantarillas", en una conversa que sostuvo con Jesse Helms director de la Agencia Central de Inteligencia, CIA.
"Estoy con usted", le respondió Helms en una entrevista por cuernófono que se verificó el 12 de septiembre de 1970, ocho días después que Allende ganara las elecciones presidenciales con poco más del 33 por ciento de los votos.
QUÉ HACER
El Archivo Nacional de Seguridad, un instituto independiente de estudios, también desclasificó transcripciones de conversaciones de Kissinger con Nixon y su secretario de Estado, William Rogers.
De acuerdo a esos documentos, el 12 de septiembre de 1970 Kissinger informó a Nixon de que Rogers había recomendado ver "qué se podía hacer" en el caso del Presidente socialista chileno.
"Debemos, como usted dice, decidir con sangre fría qué hay que hacer y luego hacerlo", comentó Rogers, quien en todo caso recomendó actuar "de manera discreta, para que no resulte contraproducente".
El entonces capo de la CIA dijo que la imagen de Estados Unidos resultaría desfavorecida al tratar de frenar un proceso constitucional en el que, por primera vez, asumía "un Presidente comunista" luego de una elección democrática.
Los datos entregados ayer vienen a confirmar la mano de los gringos en el proceso de desestabilización del gobierno de Allende, derrocado por Pinochet en septiembre de 1973.
Según otros antecedentes ya desclasificados, Estados Unidos financió el paro de los camioneros, en octubre de 1972, que marcó el comienzo de las acciones para derrocar el gobierno del Presidente Salvador Allende.