"Rusia subrayó que la interferencia de Washington en los asuntos internos de un Estado soberano y las amenazas contra sus líderes son una flagrante violación de la ley internacional", dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Washington y Moscú intercambiaron tensas advertencias el miércoles sobre la situación de Venezuela, un día después de que el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, acusó a Rusia de evitar la salida del presidente Nicolás Maduro del país sudamericano.
El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, dijo a Pompeo en una llamada telefónica que más "medidas agresivas" en Venezuela tendrían graves consecuencias, informó la Cancillería rusa.
"Rusia subrayó que la interferencia de Washington en los asuntos internos de un Estado soberano y las amenazas contra sus líderes son una flagrante violación de la ley internacional", dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores.
El Departamento de Estado de Estados Unidos señaló que, durante la llamada telefónica, Pompeo instó a Rusia a que deje de apoyar a Maduro.
También "hizo hincapié en que la intervención de Rusia y Cuba es desestabilizadora para Venezuela y para la relación bilateral entre Estados Unidos y Rusia".
El secretario de Estado acusó el martes a Rusia de intervenir cuando Maduro estaba preparado para abandonar el país tras el llamado del líder opositor Juan Guaidó para que el Ejército venezolano le ayudara a expulsar al presidente.
Rusia rechazó las acusaciones el miércoles y la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores Maria Zakharova dijo que eran "noticias falsas".
"La acción militar es posible. Si eso es lo que se requiere, eso es lo que Estados Unidos hará", dijo Pompeo a Fox Business Network, pero reiteró que Washington prefiere una transición pacífica del poder.