Gabrielle Giffords, la representante demócrata del Estado gringo de Arizona que el sábado recibió un balazo en la cabeza durante un atentado, permanece en estado grave en el hospital pero ya puede responder con gestos cuando los doctores le hablan.
Peter Rhee, jefe de Traumatología del Universal Medical Center de Tucson, informó que la congresista no puede hablar porque fue sometida a una delicada operación en el cerebro y está conectada a ventilación mecánica, pero que es capaz de "comunicarse, de responder a órdenes simples".
El jefe de neurocirugía del hospital, Michael Lemole, detalló que el tunazo que recibió la mujer a corta distancia le atravesó el cerebro por el lado izquierdo, aunque afortunadamente no cruzó de un hemisferio a otro. Sin embargo, producto de lo fregado de la lesión, los médicos son ligeramente optimistas sobre su evolución.
"Está en la mejor situación en la que podría estar. Cuando alguien ha recibido un disparo en la cabeza y la bala atraviesa el cerebro, las posibilidades de vivir son muy pequeñas, y la posibilidad de despertar e incluso de seguir órdenes es aun más pequeña. Con un poco de suerte se mantendrá así", comentó el doctor Rhee.
Giffords fue atacada junto a un grupo de adherentes mientras realizaba un acto público frente a un supermercado de Tucson. Al lugar llegó un orate que disparó cerca de 20 tunazos, donde además de herir a la parlamentaria mató a 6 personas y lesionó a otras 14. Entre las víctimas fatales figura una pitufita de 9 años que había nacido el 11 de septiembre de 2001, día del atentado a las Torres Gemelas.
Tras la captura del sospechoso Jared Lee Loughner (22) la policía busca a un cómplice del joven, mientras el FBI descartó otras amenazas a políticos.