A todos nos ha pasado que un día despertamos con la patuleca izquierda y lo único que queremos es empapelar a xuxadas al primero que se cruce en el camino.
Pensando en esos días en que queremos puro desahogarnos, dos empresarios ottos crearon un servicio telefónico para descargar dicha ira.
La cosa es terrible de fácil, ya que una persona que atraviese un momento de rabia sólo tiene que marcar un número y podrá decirle todos los insultos que quiera a quien atienda por 1,49 euros el minuto.
Ralf Schulte y Alexander Brandenburger son los dos cerebros de esta innovadora línea de atención telefónica.
"No juzgamos a las personas que están enfadadas", explicó Schulte a BBC Mundo. "Es algo que ocurre, es natural. Con nosotros puedes desahogar tu indignación sin compromisos (...) Si estás estresado en el trabajo, te vas a casa y le echas la bronca a tu pareja (...) aunque no sea su culpa".
La gracia es que los operadores no se limitan a escuchar los improperios sino que además ayudan a los usuarios rabiosos "menos creativos", provocando otros insultos.
"Es la tercera vez que he oído lo mismo hoy, ¿es todo lo que puede decir?", señalan los telefonistas provocando más ira en el cliente.
Los ottos ofrecen su servicio al módico precio de 1,49 euros por minuto, un desahogo para la irritación contenida y acumulada, evitando litigios en el trabajo o en casa.
De hecho, según los expertos la represión de la rabia es muy negativa porque puede llegar a un estallido de furia.
El insulto es el primer paso para empezar a desahogarse. Algunos estudiosos dicen que podría prevenir algunos tipos de úlcera.