El actor cómico Rowan Atkinson tiene fama de ser serio y medio pesado, pero cuando se encienden las cámaras aparece la magia.
El hombre, oriundo del condado inglés de Durham, destila pura buena onda y humor gracias a su personaje, el mundialmente famoso "Mr. Bean", emitido en nuestro país por TVN hace una chorrera de años y que también servía como relleno nocturno.
El show se trataba de una comedia de equivocaciones que mostraba al pobre Bean sufriendo las aventuras más extrañas de la historia y todo el rigor de la "Ley de Murphy".
La popular serie fue emitida en 1990 y duró cinco años, los suficientes para que el chistoso ser humano con cara de gil conquistara la pantalla chica.
Sus capítulos fueron vistos por más de mil millones de tevitos y grabó dos películas y hasta una serie de monitos animados.
En uno de los capítulos hace una fila para saludar a la reina Isabel, imita las reverencias y se saca la mugre de los dientes con los dedos porque no se había cepillado. Al final, en el saludo le manda el manso cabezazo.
Pese a que agarra para el tandeo a la mismísima realeza, es uno de los invitados de honor a la boda real junto a su esposa Sunetra Sastry.
Parece un chiste fome, pero el parte dice que el actor está convidado por parte del príncipe William y Kate Middleton. Los novios no dudaron en invitarlo al matricidio, pero dejaron fuera a los dos ex primer ministros Gordon Brown y Tony Blair.
¿La razón de la invitación? Cuenta la leyenda que el Príncipe Carlos con Diana de Gales, que en paz descanse, ponían el guatero real en la cama y se acostaban muertos de la risa con las tonteras de Mr. Bean, del cual sólo se supo el nombre en 2008: "Rowan".
Tanto era el fanatismo de la en ese entonces feliz pareja real, que Carlos se hizo amigo de Atkinson. Por respeto a su papi y al humor inglés, fue uno de los primeros invitados.
Muchos apuestan a que Rowan Atkinson llegará a la boda del viernes manejando un toco amarillo, acompañado de su esposa y un peluche todo roñoso. Luego se sacará los mocos y andará con el marrueco abierto durante la ceremonia. ¡Así con el humor inglés!