"Yo pienso que la Iglesia, todo adentro, es falso. Todo lo que nos hacen leer, decir, cómo debe ser la persona…pienso que son falsos y demoníacos", expresó una de las víctimas, quien contó los aberrantes abusos y maltratos sufridos por los religiosos.
Abusaban de niños sordos aprovechándose de su cargo religioso y la discapacidad auditiva de los menores. Tal es el grado de maldad que hay tras el "Caso Provolo" en Argentina.
Finalmente, el juicio contra dos sacerdotes católicos y un jardinero, acusados de abusar sexualmente de 26 alumnos con discapacidad auditiva en el instituto especializado Antonio Próvoloen en Mendoza (Argentina), comenzó este lunes.
El sacerdote italiano Nicolás Corradi, de 83 años y con prisión domiciliaria, su par argentino Horacio Corbacho de 59 años, y un jardinero del centro, Armando Gómez de 49 años.
Ambos detenidos de forma preventiva, fueron llevados este lunes ante la Justicia mendocina por estar acusados de abuso sexual agravado por el acceso carnal, abuso simple y corrupción de menores.
Serán una decena de personas las que este lunes se presentarán como querellantes por denunciar "abusos sexuales de manera sistemática", pero en total declararán esta semana algo cerca de 30 personas.
El juicio se realizará a puertas cerradas y llevarán a traductores de lengua de señas.
Crudos testimonios
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Ezequiel Villalonga es una de las víctimas de los abusos en el Instituo Próvolo para niños sordos.[/caption]
Esta investigación se destapó a finales de 2016 cuando el exalumno Ezequiel Villalonga, -que actualmente tiene 19 años- del en la localidad mendocina de Luján de Cuyo y cerrado desde diciembre de ese año, denunció haber sufrido abusos en el centro por parte de Corbacho cuando tenía 5 años.
"Yo pienso que la Iglesia, todo adentro, es falso. Todo lo que nos hacen leer, decir, cómo debe ser la persona…pienso que son falsos y demoníacos", contó Ezequiel en un reportaje con la agencia AFP en lengua de señas.
"Era muy mala la vida ahí adentro. Nosotros no aprendíamos nada, no teníamos comunicación, no sabíamos lengua de señas, escribíamos y no sabíamos qué, preguntábamos a otros compañeros y, también, nadie entendía nada", fue su relato.
En los diversos registros realizados en ese instituto se encontraron vídeos supuestamente contenían pornografía y 550.000 pesos (unos 12.000 dólares).
Monjas encubridoras
La causa ya tiene como condenado al monaguillo Jorge Bordón, de 51 años, quien confesó en septiembre pasado durante un juicio abreviado que fue autor de 11 abusos y tendrá que cumplir diez años de prisión.
Asimismo, también hay imputadas dos monjas detenidas con prisión domiciliaria por el encubrimiento de los abusos sexuales.
Según fuentes oficiales, también se denunciaron los abusos por parte de Corradi en los colegios de la misma compañía en ciudad bonaerense de La Plata y la localidad italiana de Verona.
Cecilia, una de las madres víctimas, que hoy se encontraba a las afueras del juzgado expresó a medios locales que, después dos años y medio y "las trabas" por parte del Vaticano, los padres tienen "la esperanza de que sea un juicio justo".
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