Obsesionada por obtener el poder y transformarse en la primera mujer Primer Ministro de Inglaterra, la "Dama de Hierro" Margaret Thatcher se sometió en 1979 a una estricta dieta de huevos, los que se zampaba de noche, de tarde y de mañanita.
Según reveló la Fundación Margaret Thatcher, al desclasificar documentos secretos de la ex gobernante, los que estaban fondeados en la Universidad de Cambridge, el régimen ovoide de la inglesa era muy rico en proteínas y le permitió adelgazar 10 kilos en sólo dos semanas.
"Tiene que ser en la época pre eleccionaria. Ella estaba buscando bajar de peso para enfrentar las cámaras", explicó el historiador de la fundación Chris Collins, quien contó que la ex jefa de Estado británica se echaba al buche hasta 28 huevitos a la semana antes de ganar los comicios generales de 1979.
La rigurosa dieta del huevo, con la que según muchos argentinos Thatcher se puso tontona, le permitía a la "Dama de Hierro" pegarse un pencazo de whisky de vez en cuando, pero sólo en aquellos días en que no comía carne.
Cuando ayer se hizo pública la extrema alimentación de la ex gobernante, quien dio un fuerte impulso a la alicaída industria de las gallinas ponedoras en Gran Bretaña, los horrorizados nutricionistas pusieron el grito en el cielo.
"Es una dieta baja en hidratos de carbono, pero muy restrictiva, sin cereales integrales y con muy pocos lácteos. Cuanto más restrictiva es una dieta, más problemas de salud genera. Es potencialmente peligrosa", señaló el doctor Donald Hensrud, nutricionista jefe de la Clínica Mayo, quien detalló que este régimen genera flatulencias, halitosis y estreñimiento... ¡Puf!