En un principio, Joel fue considerado víctima de un supuesto asalto. Sin embargo, tanto las pruebas como sus contradicciones podrían condenarlo.
Fue en junio de 2022 cuando el crimen de Patricia Peralta remeció a Lima. La empresaria de 43 años fue hallada sin vida en plena vía pública, luego de recibir decenas de disparos.
La crueldad del asesinato no tardaría en remecer a todo un país: la viralización del momento exacto del ataque daba cuenta de la brutalidad del homicida. Con los escasos antecedentes que se conocieron a sólo horas del homicidio, ya se podía concluir que no se trata de un simple atraco.
Además del video grabado por una cámara de vigilancia, la policía peruana confirmó que el delincuente no le robó ninguna de sus pertenencias. En tanto, su esposo y acompañante, resultó ileso.
Se trata Joel San Martín Gamarra, quien pasó de ser una supuesta víctima al principal sospechoso del crimen.
Tal como se puede ver en el video, la pareja fue interceptada por un delincuente armado. Luego de dialogar brevemente con el matrimonio, el antisocial le exigió el teléfono a la empresaria.
Por razones que se desconocen, el desconocido golpeó en la cabeza a Joel (quien cayó justo al lado de la vereda) y procedió a dispararle a la mujer. Ocho balas le dieron directamente en el cuerpo.
En aquella ocasión, Joel fue llevado a una comisaría cercana para que obtener su declaración. Eso sí, aún estaba de ser un blanco de interés para la investigación.
Macabro plan
Esta semana, a casi dos años del hecho, un reportaje del programa Punto Final reveló que San Martín habría planeado el crimen para cobrar el seguro de vida de la empresaria.
Si bien el coronel Marco Conde confirmó esta teoría, al indicar que el móvil del crimen sería el pago de 200 mil soles (más de 50 millones de pesos chilenos), el imputado sigue alegando inocencia.
En la reconstrucción de escena, el esposo entregó datos que no se condicen con el registro de las cámaras de seguridad. Por ejemplo, afirmó que el delincuente tenía el cabello rizado, siendo que nunca se sacó el jockey.
Y a modo de respaldar la principal hipótesis, el citado medio dio a conocer que Joel comenzó a retirar dinero de la fallecida, se apropió de los inmuebles de la empresa y habría iniciado una relación con una ciudadana extranjera cuando aún estaba viva su esposa.
Fiscal lo echó al agua
Por su parte, la fiscal Susy Montero recordó que, una vez concluidas las primeras diligencias del caso, el imputado acudió a su despacho para pedir que la causa se archive. De este modo, podría cobrar los seguros de vida.
Cuando se levantó su secreto bancario, se descubrió que hizo varios pagos al extranjero, poco después de la muerte de su esposa.
En conversación con San Martín, la fiscal le preguntó por qué no se interpuso entre el criminal y Patricia al momento del ataque. “Entré en shock”, le aseguró.
Asimismo, afirmó que el hecho de que su esposa reciba 20 disparos no le parece un asalto: “Yo también puedo decir que no es un asalto. Eso me pareció como si fuera un ajuste de cuentas, no lo sé”.
En base a todos los antecedentes expuesto, se dispuso la detención de Joel San Martín por ser el presunto autor intelectual del asesinato de la empresaria limeña con la que se casó en noviembre de 2020.
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