Del odio a la cobardía: encadenó a niña de 5 años, la dejó morir de sed bajo el calor extremo y no quiso dar la cara

Sujeto no quiso dar la cara durante el juicio.
Sujeto no quiso dar la cara durante el juicio.

Ante el tribunal, el criminal se cubrió la cara con una carpeta y, una vez que conoció su sentencia, perdió el conocimiento.

Una condena de por vida es la que cumple un peligroso miembro del grupo yihadista Estado Islámico (EI) que residió en Alemania.

Se trata de Taha al-Jumailly, un sujeto de nacionalidad iraquí que, en noviembre de 2021 —cuando tenía 29 años de edad— fue declarado culpable de tres delitos: genocidio, crímenes contra la humanidad y tráfico de personas.

En aquella ocasión, el juez del caso consideró probado que el acusado asesinó a una niña yazidí (grupo religioso minoritario) de 5 años, a quien encadenó a una ventana, dejándola morir de sed bajo un calor abrasador. Por si fuera poco, previamente la había esclavizado en el norte de Irak.

Esclavitud

A finales de octubre de 2021, la alemana Jennifer W., esposa del condenado, fue sentenciada en Múnich a diez años de cárcel por negarse a ayudar a la pequeña y por participar en la esclavitud de la niña yazidí y su madre.

Al-Jumailly fue arrestado en Grecia en 2019 y extraditado a Alemania.

La madre de la niña, Nora T, y los familiares de los yazidíes asesinados declararon como testigos.

Odio religioso

Los hechos ocurrieron en verano de 2015, cuando la ciudad de Faluya estaba bajo el control del Estado Islámico (EI).

Precisamente, entre 2014 y 2015, la ONU estima que el EI esclavizó a 7 mil mujeres niños yazidíes, muchos de los cuales desaparecieron.

Los yazidíes son una antigua minoría religiosa que mezcla creencias zoroástricas, cristianas, maniqueas, judías y musulmanas. Por lo mismo, el Estado Islámico los considera adoradores del diablo.

Condena

Al momento de enfrentar al tribunal de Frankfurt, Al-Jumailly se cubrió la cara con una carpeta y, una vez que conoció su sentencia, perdió el conocimiento.

Además de tener que cumplir una cadena perpetua, al criminal se le cobró una indemnización de 50 mil euros (más de 50 millones de pesos chilenos), la que debía ser pagada a la madre de la niña.

Meike Olszak, experta en derecho internacional de Amnistía Internacional, dijo a France 24 que “el fallo de hoy marca la primera confirmación mundial por parte de un tribunal de que los crímenes del Estado Islámico contra el grupo religioso Yazidí son un genocidio”.

En tanto, el vicepresidente de la Comunidad Kurda de Alemania (KGD), Mehmet Tanriverdi, declaró en un comunicado difundido por la organización que “la sentencia debe ser entendida como signo contra el terror y sus partidarios”.

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