Denuncian cruel show de orangutanes boxeadores

Prohibidos en su día por denuncias de torturas de los conservacionistas, los orangutanes que protagonizan un espectáculo de boxeo tailandés se han convertido de nuevo en una de las mayores atracciones de un parque temático de Bangkok.

Con guantes y vestidos con calzones de colores y dentro de un ring a la medida de su tamaño, los primates recrean una pelea de muay thai (arte marcial tailandés) durante una función en la que las únicas personas son el presentador y un árbitro que debe agacharse para vigilar a los peludos púgiles.

Los animales son jaleados para que se golpeen tanto desde las gradas como por el animador, que les lanza comida por cada porrazo que dan en el cuerpo del adversario, a la vez que narra el "combate" por un micrófono y con la banda sonora de "Rocky" como música de fondo.

Además de los dos boxeadores, participan en el espectáculo una decena de orangutanes, entre los que destaca una hembra que lleva un bikini sexy y se encarga de tocar la campana y de subir al ring para enseñar al público el cartel con el número de cada asalto.

La función dura media hora y concluye cuando uno de los monos noquea al otro, que es sacado del escenario en camilla por dos masajistas y un médico algo torpe, mientras los cientos de turistas que llenan el anfiteatro del Safari World Bangkok ríen y aplauden sin cesar.

Seguro que la diversión sería menor si el público conociera que luego los orangutanes son hacinados en minúsculas y oscuras jaulas y sometidos a un durísimo régimen de entrenamiento que no toleraría ningún ser humano, según la organización Personas por la Ética en el Trato a los Animales (PETA).

"Por si no fuera suficiente crueldad privar de libertad a estos seres vivos, encima obligan a los machos a tomar parte en peleas en las que pueden sufrir heridas, y las hembras hacen de vulgares animadoras", se lamenta la directora de campañas de PETA en Asia-Pacífico, Ashley Fruno.

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