El esquiador estadounidense Gus Kenworthy terminó en el puesto 12 en las Olimpiadas de Pyeongchang, en Corea del Sur, pero sí se llevó la medalla de oro de la solidaridad por su amor a los animales.
Resulta que Kenworthy y su pareja decidieron conocer una de las 17 mil granjas de perros que se dedican a la venta de su carne para el consumo humano. Y el ídolo Salvó a un grupo de perros, que estaban destinados a morir.
El deportista junto a su pareja decidieron conocer una de las 17.000 granjas de cachupines que se dedican a la posterior venta de su carne para el consumo humano.
Adoptó uno
Si bien Kenworthy reconoció que es una práctica común en el país asiático y que corresponde a su cultura, denunció el pésimo trato que reciben los perritos y las pobres condiciones en las que viven.
Al dar a conocer esta situación, el deportista logró que la granja en cuestión fuera clausurada y que los 90 coludos encerrados fueran trasladados a criaderos en Estados Unidos y Canadá para encontrarles un hogar. Él mismo adoptó uno.