El pasado sábado, el pequeño Juan Ángel Romero, de apenas nueve años, fue a jugar a la casa de un vecino en la ciudad de Pirané, provincia de Formosa, Argentina.

Fue la última vez que lo vieron.

Cuando el menor regresaba a casa, desapareció. No se supo nada más de él. Su madre rápidamente realizó la denuncia y se dio lugar a una búsqueda intensa.

De hecho, personal de la policía de Formosa, Gendarmería Nacional, Bomberos y la División Policía Montada encabezó el operativo en todo el sector, aunque aún sin éxito.

"Se encontraron ropas y zapatillas en los distintos rastrillajes, pero ninguna pertenece a Juan Ángel. Es como si se lo hubiera tragado la tierra, no se sabe nada. Es increíble que no lo hayan visto teniendo en cuenta que Pirané es chico y nos conocemos todos", dijo Mónica, amiga de la familia, a TN.

El pequeño tiene epilepsia…

El escenario se tornó aún más dramático cuando la familia de Juan Ángel notificó que el pequeño de 9 años sufre de epilepsia y que, para su bienestar, la medicación es clave.

"Él es epiléptico y todos los días tiene ataques, tiene que tomar tres veces al día su pastilla por lo que a medida que pasen las horas la situación se agrava. Ya buscamos en todo Pirané y nada", explicó Mónica.

"Están cerradas las dos salidas principales de Pirané, como las que van a El Colorado y a Formosa. Volveremos a buscar donde ya buscamos, desde un punto cero", cerró.

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Aún no hay pistas.[/caption]

Por su parte, el comisario Mayor Pablo Torres, director general de Institutos Policiales, precisó que "desde el momento en que se tomó conocimiento del pedido de paradero hasta ahora se inspeccionaron las casas de familiares y amigos del nene. Hay entre 80 y 90 policías que llegaron desde Formosa y otras localidades vecinas para la búsqueda".

Y finalizó: "No es la primera vez que este chico se pierde, pero esta vez no hay una pista certera y lamentablemente hubo muchas llamadas con pistas falsas".