"Quien esté libre de culpa, que tire la primera piedra", dicen que dijeron por ahí. Y en este caso nos aplica a —casi— todos… porque, ¿quién no salió una noche a tomarse algo con los amigos y se mandó una cagadita?

Bueno, así comienza la historia de la joven californiana Maddie McGivern, quien una noche salió a beber con sus amigos y, en la buena ondita, decidió asumir los costos y pagar todo con su tarjeta de crédito.

De seguro, nunca pensó demasiado en la cifra y no le prestó mucha atención a lo que estaba por sucederle…

Fue la mañana siguiente, cuando despertó, imaginamos con algo de caña, que Maddie revisó su celular, se metió a la cuenta del banco para revisar cuánto había gastado la noche anterior y ¡sorpresa!: tenía una deuda por casi 50 mil millones de dólares.

¿Cómo podía llegar a tener ese déficit multimillonario?, se preguntó. ¿Y cómo el banco había permitido ese endeudamiento?...

"Ojalá pudiera decir que compré la ciudad de Los Ángeles, pero no es lo que pasó", comentó luego, tomándoselo con Néctar, la joven en un video de TikTok.

Un poco más calmada, tras sacar cuentas y notar que "apenas" había gastado 681 dólares durante la noche (poco más de 528 mil pesos chilenos: piola), se contactó con el banco…

Error informático

Para suerte de Maddie, un día más tarde todas sus cuentas habían vuelto a la normalidad.

Conversó con el Chase Bank, encargado de las finanzas de su tarjeta, y ahí le informaron que se había tratado "tan sólo" de un error informático.

"Tuvimos una falla técnica durante el fin de semana que afectó a un número limitado de cuentas. El problema se ha resuelto y esas cuentas muestran ahora saldos exactos", precisó la compañía en un comunicado.

Todo bien, pero ¿quién le paga la terapia ahora?...