“Nos tiene acorralados, está aquí adentro con nosotros”, esa fue la última comunicación por Whatsapp que lanzó Eddy Justice a Mina, su madre, cuando estaba encerrado en la disco y el agresor armado iba por él.
La mujer, que aguardaba noticias esperanzadoras afuera del centro nocturno Pulse Orlando, dijo entre el llanto y los gemidos que “eso fue lo último que supe de él”, de su hijo de 33 años, que participaba con otras 320 personas de la Noche Latina organizada allí.
Así como Eddy, otras 49 personas perdieron la vida y más de medio centenar resultó herido cuando, a las dos de la madrugada, Omar Mateen, de 29 años, ingresó al local fuertemente armado, bloqueó las puertas y comenzó a disparar a destajo.
Los gritos -según algunos sobrevivientes- comenzaron apenas los primeros cuerpos cayeron víctimas de las municiones del fusil de asalto AR-15 de Mateen, quien también ocupó una pistola de 9 mm para su acción asesina.
Según fuentes de la policía de Orlando, Mateen llamó al 911 para alertar lo que estaba haciendo en el club nocturno.
Estuvo en plena faena mortal hasta que a las cinco de la mañana un escuadrón SWAT entró en acción para enfrentarlo y rescatar a los sobrevivientes y heridos.
La balacera entre los policías, que ingresaron al lugar de la masacre, se dio por finalizada cerca de las seis de la mañana. Un mensaje de Twitter oficial, a las 05.53, fijó el término de la acción así: “El pistolero dentro del club está muerto”.
A esa hora eran cientos de personas las que estaban reunidas en las calles cercanas, esperando saber algo de sus hijos, hermanos y parientes que participaban en la fiesta gay.
Se espera que durante este día puedan estar identificadas todas las víctimas fatales de Mateen, de las cuales sólo se había individualizado a seis.
Dicen que el pistolero actuó al ver a una pareja homosexual besándose frente a su esposa e hijo de 3 años, también que era militante de Estado Islámico y que planificó un atentado político-ideológico-religioso.
También cuentan que el FBI lo había seguido desde 2013.
Todas versiones que no conforman a los parientes de las 50 personas masacradas en el Pulse Orlando.