El nacimiento del bebé real, el primer hijo del príncipe Williams y Kate Middleton, quien además se convertirá en el tercero en la línea de sucesión de la corona británica, ha sacado a la luz una avalancha de datos que pocos conocían.
Centenares de periodistas y de curiosos se agolpan hoy ante el hospital St.Mary de Londres, donde la duquesa de Cambridge fue ingresada esta mañana para dar a luz al denominado "bebé real".
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Los genealogistas afirman que el bebé tendrá un vínculo lejano con Drácula, el príncipe del siglo XVI que inspiró el célebre vampiro de Bram Stoker. También estaría relacionado, a través de su árbol genealógico, con un sultán musulmán que sería un descendiente del profeta Mahoma.
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Finlandia ofreció a Guillermo y Catalina una "caja de urgencia para recién nacidos" que todas las mujeres embarazadas reciben en este país, y que incluye ropa para bebés, brasieres especiales para la lactancia y preservativos.
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Una antigua costumbre obligaba a autentificar los nacimientos reales con la presencia del ministro del Interior, pero la medida fue abandonada en 1936.
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El bebé real no tiene obligación de llevar apellido, pero si Catalina y Guillermo deciden darle uno, podrán elegir entre Mountbatten-Windsor, Gales o Cambridge.
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Cuando nazca el bebé, monumentos y parajes naturales del mundo entero se iluminarán de rosa o de azul en función de su sexo.
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En 1982, cuando nació Guillermo, su madre, la princesa Diana, dio a luz diez días antes del 1 de julio, la fecha de nacimiento que había sido comunicada a los medios de comunicación.
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Se ofrecen todo tipo de apuestas sobre el bebé, desde el día de su nacimiento, hasta el color de su pelo, pasando por supuesto por su sexo y su nombre. Los nombres más populares entre los apostadores son Alexandra y George.
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Antes incluso de nacer, el bebé disponía ya de su página en Wikipedia bajo el nombre del "hijo del duque y la duquesa de Cambridge".
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La ex primera ministra australiana, Julia Gillard, tejió una mochila portabebes de punto.
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Si es niño, la supersestrella del fútbol David Beckham sugirió a los futuros padres llamar al pequeño David, como él.
