Dilma Rousseff es desde hoy la primera presidenta de Brasil y llega al poder convertida en esperanza para las mujeres del país, aún discriminadas en la política, la empresa privada y el hogar y que sufren a diario la violencia doméstica.
"Mi compromiso supremo es honrar a las mujeres, proteger a los más frágiles y gobernar para todos", declaró Rousseff al ser investida del cargo en el Congreso y poco antes de recibir la banda presidencial de manos de su mentor político y ahora ex mandatario Luiz Inácio Lula da Silva.
Rousseff, la primera presidenta de un país gobernado hasta ahora por 39 varones, ha triplicado el número de mujeres que mantenía Lula en su equipo ministerial, pero a pesar de ser una representatividad histórica en Brasil, serán solamente nueve ministras en un gabinete que tiene un total de 37 miembros.
En manos femeninas quedaron los ministerios de Planificación, Desarrollo Social, Pesca, Derechos Humanos, Igualdad Racial, Medio Ambiente, Comunicación Social, Cultura y de Políticas para la Mujer.
(Agencias)