El hecho ocurrió en Estados Unidos y ha sido recogido por distintos medios importantes del país norteamericano. Feligreses están consternados y han realizado protestas.
Un querido director musical de una iglesia católica fue despedido tras 34 años de servicio en Estados Unidos el 18 de octubre, la razón fue por estar casado con alguien de su mismo sexo.
Según informó New York Post, una fuente desconocida, a través de una carta, avisó a los altos mandos de la Iglesia de San Francisco en Traverse City, lugar donde trabajaba el músico Fred Szczepanski, sobre su matrimonio de cuatro años.
De este modo, el reverendo Michael Lingaur fue el encargado de despedir a Szczepanski.
Tras su despido, la Diócesis de Gaylord, Michigan, escribió en una declaración que el matrimonio de Szczepanski viola la condición del acuerdo ministerial de su empleo. “Un acto público de matrimonio entre personas del mismo sexo es un reconocimiento formal de que una relación es más que una amistad y, por lo tanto, pone en peligro un acuerdo ministerial para el empleo”, señalaron.
“El matrimonio es un pacto permanente, fiel y exclusivo entre un hombre y una mujer”, agregaron.
Una decisión que no gustó
Sin embargo, los feligreses han reaccionado con rechazo y han realizado varias protestas, como vestir de negro a los miembros del coro, dejar sus asientos vacíos y negarse a cantar durante la misa del 20 de octubre.
Por otro lado, el 27 de octubre se realizó una manifestación afuera de la iglesia con varios carteles: “Ama, no odia”, “Dios incluye, no excluye” y “Despedido, no jubilado”, eran algunos de los mensajes. Incluso, algunos han renunciado a su membresía en la Iglesia de San Francisco.
“La gente está herida, la gente está triste, en un momento en el que hay tanta controversia en el mundo, la iglesia necesita ser un lugar de paz, y no de agitación tras agitación”, comentó el feligrés Toni Stanfield.
El pianista, quien estaba ad portas de jubilarse en enero de 2025, negó tener intenciones de demandar a su exlugar de trabajo, sin embargo, fue acogido por la Congregación Unitaria Universalista de Grand Traverse, una agrupación religiosa liberal. En su primer día en sus nuevas labores, más de 250 personas asistieron para apoyarlo.