Londres(EFE).- La famosa cantante británica no se salvó, a pesar de tener una gran billetera, de que la echaran de un bar por desórdenes dentro del local.
La diva, de 24 pepas, apareció con el pelo más desordenado que el che copete, fue acompañada hasta la puerta del local y de ahí se ganó su respectivo PLR por parte de la seguridad del bar
Winehouse no es la única con problemas en la familia ya que su "peor es ná", Blake Fielder, de 25, compareció este viernes ante un tribunal acusado de golpear al dueño de un pub y de intentar obstaculizar la acción de la justicia.
Los titulares negativos sobre su desordenada vida privada, en lugar de perjudicarla, parecen ayudar a la cantante a vender más discos.