Después de pasar dos meses en las profundidades de la tierra, los mineros vieron recompensado su sobrehumano esfuerzo con viajes al Caribe, salidas a los mejores partidos de Europa y vacaciones en islas de Grecia, pero ninguno sacó tantos beneficios como el famoso Edison Peña, que acaba de cumplir su mayor anhelo: Conocer la casa de Graceland, donde está el museo más grande del mundo dedicado a Elvis Presley.
"Estoy viviendo un sueño", dijo a los reporteros que lo acompañaron en el recorrido por la mansión de "El Rey".
Según la agencia AP, en plena entrada del recinto el minero no aguantó las ganas y cantó a todo pulmón los temas "Hound Dog" y "Blue Suede Shoes".
Al interior del santuario de Elvis, el minero Peña sacó su celular y foteó todos los tesoros, incluidos los álbumes originales y la ropa de la estrella universal.
A la salida recordó que durante los 69 días de encierro, se las pasó cantando los temas de su ídolo. Los otros 32 mineros ya estaban chatos de tanta música gringa.
El viaje de cinco días a Memphis incluyó una visita al entrenamiento de los Grizzlies de la NBA y alojamiento en el lujoso hotel Peabody.
El viaje de ensueño de Edison fue totalmente auspiciado por empresas turísticas de la zona.